domingo, 11 de octubre de 2009

Tres damas cordobesas





TRES DAMAS CORDOBESAS

(Personajes de mi historia)

GRACIELA Z DE CAMACHO.

Un ángel enviado por Dios, pasó por nuestra ciudad llevándose las almas de tres damas cordobesas, todas ellas reconocidas por sus diferentes dotes y por ser gentes muy estimadas de la sociedad cordobesa.

Sarita Silva de Scully, Rosita Galán Calleja y doña Maria Luisa Olavarrieta de Marenco. De cada una de ellas guardo gratos recuerdos y las presento en el orden que cada una se fué, porque todas son mujeres muy queridas por quienes las conocimos y tratamos.

Sarita fue amiga de mis padres desde soltera porque mi padre la conoció cuando ella trabajaba en el juzgado donde mi papá llevaba asuntos, luego se casó con Alberto Scully y por algunos años vivieron aquí, yéndose después a diferentes lugares donde el Sr. Scully trabajó, siendo Orizaba el último lugar donde vivieron. Tuvieron tres hijos, la bella Sara Victoria, Harry y Mabis, con los dos mayores ha continuado nuestra amistad, después de haberles dejado de ver muchos años, pero Sarita regresó a su querida Córdoba y pronto formó parte otra vez de sus antiguas amistades, a Harry cada año lo visitábamos en su cumpleaños allá en Cardel donde ha sido gerente de "La Gloria" varios años y ha ocupado la gerencia de diferente e importantes ingenios azucareros, como "Potrero", lugar donde su abuelo trabajó por muchos años y nacieron casi todos los tíos.

Sarita mamá, fue una mujer muy bonita conocida aquí como "la guera Silva", apellido procedente de Tlacotalpan de donde provienen todos los Silva, su carácter fue siempre alegre, una mujer muy franca y tuvo como característica especial ser una mujer muy fuerte y así lo demostró en la lucha que hubo de librar con la muerte que la venciò a los 95 años.

Rosita Galán Calleja, la "Rosa de Córdoba", como la nombró don León Sánchez Arévalo, fue una mujer llena de atributos artísticos, pintó lindos cuadros, hizo poesías, diseño un vestido para representar a Córdoba y dicen tocaba muy bien el piano, hizo su libro de Leyendas de Córdoba y otro con sus poesías y un año antes de morir la oí recitar de memoria un verso de don Salvador Díaz Mirón, sin detenerse ni omitir una sola frase, con una entonación muy precisa que solo los poetas lograr tener. Personalmente la traté poco pero admiré su manera de pintar y de escribir, Córdoba tuvo en ella a una mujer excepcional por las obras que realizó y por la sensibilidad especial que tuvo en la poesía y la pintura.

Doña Maria Luisa Olavarrieta de Marenco, a esta estimada dama si tuve el gusto de tratarla mucho, sobre todo en la época de mi niñez cuando vivimos muy cerca y asistíamos en las tardes a jugar en su casa y a los cumpleaños de mis queridas amigas Ivonne, Alicia y Elsita y cuando íbamos con nuetros padres y jugábamos juntas en el Yute allá en Orizaba, nuestros padres y el Dr Olamendí empezaron a jugar golf, deporte que los mantuvo muy unidos.

Tuvo Marichu un carácter primoroso, la recordaré siempre sonriente con esas carcajadas sonoras y espontáneas tan parecidas a la de su hermana Tere O de Abella. Formó una muy linda y unida familia, siendo Ivonne hoy casada con Pepe Gorbeña la mayor, Alicia casada con Domingo Muguira, Elsita con Rachuan Kuri y Adrián que se casó con una muy guapa chiapaneca Cristina Cal y Mayor. Rodeada de hijos, nietos, y una bisnieta, murió rodeada del cariño de todos , dejándonos el grato recuerdo de una encantadora dama siempre alegre y cordial.

Coincidencialmente murieron de edades de 90, 92 y 94, por lo que pienso que sus vidas fueron largas y llegó el momento de descansar. Que descansen en paz estas tres estimadas damas cordobesas.

1 comentario:

jorge sievers dijo...

graciela:te agradezco que hayas puesto en esta seccion tus anoranzas con tu muy bonita y amena forma de esctructurar tus recuerdos
espero que pueda seguir leyendote con mas anecdotas cordobesas y espero algun dia,conocer mas de la familia zamudio en forma de anoranzas,ya que hicieron mucho por cordoba y tu sigues al frente con tus hermosos recuerdos dandole vida a los que nos dejaron hermosa herencia que nos arraiga al olor de cana y cafe y con la cercania de la rama y el ano viejo