jueves, 1 de octubre de 2009

Por la construcción de un nuevo partido


POR LA CONSTRUCCIÓN DE UN NUEVO PARTIDO
Ing. Julio Atenco Vidal
atencoguerra2@yahoo.com.mx
272 1007811 y 272 1443260 celulares


I) Conceptos Básicos


Un apretado balance político

1.- El proceso electoral interno del 2008 y las elecciones constitucionales del 2009 mostraron lo que ya era evidente mucho años antes de las elecciones federales del 2006: salvo algunas pocas experiencias locales el PRD es un partido electorero que se limita a administrar las migajas electorales que le deja el sistema; es un partido preso de sí mismo por intereses grupales malamente llamadas corrientes y de sus eternos dirigentes e incondicionales de éstos que lo han convertido en una empresa de colocaciones y de movilidad social, que se limitan a administrar las relaciones políticas con el Poder y con los grupos fácticos para obtener beneficios económicos a cambio de hacer del PRD un partido de bajo perfil, dócil, a modo . Consecuentemente es un partido alejado de los intereses populares y de la sociedad, que no sirve para la transformación democrática de la Nación.

2.- Vale la pena preguntarnos si en esta pretendida refundación del partido queremos reparar algunas cosas del partido para que sea funcional o lo que queremos es construir un verdadero partido que esté a la altura de las necesidades de la Revolución Democrática que necesita México.

Me queda claro que desde 1997 -al menos en Veracruz- el partido abandonó sus principios y programa. Todas las facciones -tal cual mafias- se apoderaron de las estructuras del partido no para conducirlo hacia una revolución democrática sino para controlarlo, inmovilizarlo, para hacer negocio poniéndole precio a su silencio, en unos casos, o a su negligencia en otros. En otras palabras los grupos y “corrientes” se han contratado con el Gobierno local y los grupos fácticos para garantizar un bajo perfil del partido que lo inmovilice a cambio de beneficios económicos. Son unos verdaderos mercenarios. Este es el origen de innumerables traiciones políticas y de los pleitos iracundos por el poder interno.

3.- El partido de hoy no tiene un perfil ni siquiera de simple opinión pública. Esas mal llamadas corrientes y los dirigentes del PRD actual carecen de una sola opinión fundada, sólidamente sustentada, sobre cualquier aspecto de gobierno, política pública, relación con los Pueblos Indígenas, economía, desarrollo sustentable o justicia.

Lo que queda del PRD es de dar tristeza y rabia. El partido ha mostrado castrante ausencia de beligerancia e incapacidad de movilización ante el asesinato político del primer alcalde de izquierda en Veracruz, el compañero -y subrayo- joven político demócrata Gaffet Romero Mendoza (del municipio de Tezonapa), sucedido apenas el pasado 9 de septiembre. Los políticos demócratas estamos abandonados a nuestra suerte, sin protección ni cobertura política del partido que contra viento y marea nos costó mucho trabajo convertirlo en opción de poder.

Lo que tenemos hoy como partido no tiene paralelismo alguno con el proyecto original de Partido Movimiento y su práctica política nada tiene que ver con nuestro proyecto original de Revolución Democrática.

¿Qué necesita México?

1.- Lo que necesita es una verdadera Revolución Democrática. Un verdadero cambio estructural que coloque en primer plano los intereses populares como piso para construir un verdadero proyecto de Nación unificada en función de intereses colectivos verdaderamente consensuados y que ya no más se equipare los intereses de la Nación con los intereses de la oligarquía. Permítaseme hacer una precisión, cuando me refiero a los intereses populares y solo para ser más breves, incluyo a los intereses específicos de los Pueblos Indígenas que son sociedades histórica y culturalmente diferenciadas que actualmente están marginados de los Proyectos de Nación de todos los partidos (incluyendo al PRD) y naturalmente del Estado mexicano. Los Pueblos Indígenas siguen siendo extranjeros en su propia tierra, viven en condiciones de dominio, de opresión política, cultural y de segregación racial.

2.- El Partido debe ser el cerebro y motor principal de la Revolución Democrática. Este objetivo trastoca los planes de estabilidad personal y “buena vida” de los políticos convencionales y acomodaticios como los chuchos y sus aliados. El Pueblo no los necesita, que se vayan a formar su socialdemocracia amiga de Calderón y los tricolores. En escenarios futuros los grupos como los chuchos pueden ser eventualmente nuestros aliados para atender asuntos específicos, pero queda perfectamente claro que no sirven de compañeros de batalla para la Revolución Democrática.

3.- La lucha por un cambio de sistema social democrático empieza en nosotros mismos. Como bien decía Benedetti, la verdadera revolución empieza en el Corazón y el Pensamiento del sujeto, empieza con la convicción a toda prueba de servir al Pueblo y de amar a nuestros semejantes. Para servir al Pueblo no se necesita estar en la dirección del partido ni en el Gobierno pero si se necesita que en esos lugares estén solo quienes hayan demostrado una mejor praxis de servicio al Pueblo y de lucha congruente con los proyectos de Partido Movimiento y de Revolución Democrática.

El criterio de verdad para demostrar nuestra convicción democrática no puede ser nuestras declaraciones sino nuestra praxis. En toda lucha política siempre hay traiciones pero lo que debe quedar claro es que el éxito del proyecto depende de la calidad de la militancia y de los liderazgos que se construya, de la confiabilidad y congruencia que en la práctica demuestren con el proyecto de Partido y de cambio social.

4.- La Revolución Democrática no es un juego, no es un pasatiempo. Es una opción de vida.

Muchos de los que creyeron en la Revolución Democrática fueron asesinados, esos son mártires de los políticos demócratas. Unos, como Inocencio Romero, fueron asesinados desde 1988 cuando apenas iniciaba el proceso de integración de la Izquierda; otros, como Gaffet (hijo de Inocencio), fue asesinado cuando el PRD ya era casi inexistente. Más de 400 muertos (ninguno de ellos, subrayo, eran dirigentes estatales o nacionales) y miles de hermanos que diariamente exponen su vida ante la violencia caciquil y del Estado es el legado de los fundadores del PRD a la democratización de este país. Nuestros mártires no son patrimonio de la burocracia actual del partido ni de sus diputados y senadores, por el contrario, la mayoría de éstos son su negación política.

5.- ¿Por qué un demócrata es más peligroso que un delincuente? Porque en condiciones como las de México, la Democracia es revolucionaria.

La Democracia es revolucionaria porque en un Régimen Democrático la mayoría social decide sin oprimir a la minoría. La mayoría es comunidad, es colectividad, es valor universal, es el contrapeso al interés individual egoísta, ilegítimo. Los Pueblos Indígenas dicen que los intereses individuales son legítimos mientras no atenten en contra de los intereses de la comunidad.

La lucha democrática es pacífica pero no pone interminablemente la siguiente mejilla, por eso no se debe renunciar a la autodefensa legítima.

Pero ninguna autodefensa tiene verdadero sentido ni valor histórico si se es una minoría sectaria.

6.- Políticamente los demócratas son los guardianes de los intereses de la mayoría social. Un político que se dice demócrata pero su praxis se limita a sobrevivir como minoría acomodaticia, es un farsante. Por definición los políticos demócratas son constructores de verdaderas Mayorías Sociales en cada rincón del país, no son solo teoría, son fundamentalmente práctica, no son solo de escritorio, son fundamentalmente de calle.

Los políticos demócratas son profundamente dialogantes porque deben convencer para solucionar conflictos, para conciliar, reconciliar y unificar. Son dialogantes porque necesitan escuchar al Pueblo y a la sociedad sobre la realidad que viven y sufren; necesitan escucharlos para saber cuáles son sus interese y aspiraciones, cuáles son sus ideas y sus deseos de participación directa en la solución de los problemas y necesidades identificados. Son dialogantes con el Pueblo y la sociedad porque se proponen convencerlos para construir una Mayoría Social y reivindicar junto al Partido un Proyecto Alternativo de Nación elaborado con sus propias opiniones, intereses y aspiraciones.

7.- Todo partido aspira a ser o representar a una Mayoría Política pero esta categoría no se adquiere solo por declararla; tampoco es producto de la mercadotecnia ni se construye en los tiempos electorales. Se puede lograr ser mayoría electoral pero esto no le da necesariamente la categoría de mayoría política y menos social. Ser o representar a una Mayoría Política es el resultado de construir una sólida Mayoría Social.

El Partido Movimiento es la expresión política de aquella mayoría social organizada por los políticos demócratas, que, auto acotado conscientemente, la podrá representar pero nunca sustituir.

¿Qué tipos de Partido se necesita construir?

1.- El Partido debe luchar para ser reconocido por el Pueblo y la Sociedad como su vanguardia política, como su conciencia organizada. Debe ser un instrumento político para la sistematización de la experiencia de lucha y de trabajo del Pueblo y la sociedad organizada para la formulación de Línea Política y del Programa, que a su vez guiará y planeará el trabajo para el corto, mediano y largo plazo.

2.- El Partido debe ser la escuela de formación política de los cuadros y líderes sociales y partidarios que conduzcan, orienten y/o acompañen el proceso organizativo, de lucha social y política del Pueblo, la sociedad y del partido mismo desde cada municipio, cada barrio, cada centro de trabajo y estudio.

3.- Consecuentemente el Partido debe ser el promotor principal de la organización del Pueblo y de la sociedad de manera Democrática, Representativa y Permanente con el propósito de construir una sólida mayoría social y política. Esta es la garantía de contar en el futuro con un gran Alianza Nacional de todo el Pueblo y demás sectores sociales demócratas capaces de conducir y llevar a buen puerto a la Revolución Democrática.

II) Planteamiento del Problema

1.- El Partido es una organización que une a personas con pensamientos y experiencias diferentes. Su unión es posible porque estos militantes a pesar de sus muchas diferencias logran descubrir objetivos comunes y coincidencias fundamentales acerca de cómo conquistar esos objetivos. En el Partido, esas coincidencias se encuentran en el Programa, los Principios y los Estatutos.

Es estos documentos básicos se encuentran los más altos objetivos, nobles ideales y sublimes anhelos que los militantes comparten como razón fundamental para luchar unidos, para esforzarse como un solo sujeto para cambiar el sistema social, político, económico y cultural vigente por otro democrático, sustentable, justo, equitativo, de libertades y humanista. Como esto implica organización, coordinación y conducción política, dialogan internamente para acordar la forma de gobierno interno, a fin de que las decisiones sean mayoritarias y representativas, y para que las diferencias que surgen, debido a la diversidad de origen y formación política, se resuelvan de conformidad con los procedimientos pactados en los Estatutos. Por eso, el Partido debe ser la unidad política en la diversidad ideológica y cultural.

Desafortunadamente el PRD, casi desde su fundación, ha sido rehén de grupos de interés y grupos de presión que una vez que se han apoderado de las instancias de dirección del Partido lo han conducido hacia la pérdida de la mística de unidad y de camaradería y del espíritu de lucha en su praxis política. Lo han conducido al abandono del Programa y de sus Principios, y hacen lo imposible para manipular a los Estatutos para legitimar sus intereses grupales. En lugar de la construcción de Comités de Base del Partido han promovido la reproducción de subgrupos de incondicionales que hacen que el Partido funcione desde el nivel municipal en base a objetivos y beneficios pragmáticos para esos grupos pero no para el Partido y menos para la sociedad y el Pueblo. Así es como se han perdido dos elementos del patrimonio político del PRD: su Institucionalidad democrática y su identidad política de izquierda que había culminado en el Proyecto Original denominado Partido Movimiento.

2.- El PRD -salvo honrosas excepciones- desaparece cíclicamente después de cada elección. Si ganamos desaparece, si perdemos desaparece. No existe vida partidaria permanente. Consecuentemente el partido no cumple con su papel institucional y político de ser garante de la Soberanía Popular. Pero además no está produciendo iniciativas políticas de beneficio para el Pueblo; en casi 20 años de existencia no ha podido construir un Programa Político en cada Estado federado que proponga a la sociedad y el Pueblo veracruzano un Modelo de Desarrollo integral, sustentable, democrático, justo y equitativo.

El Programa Nacional es el marco político general, el Programa Estatal debiera ser el marco político general estatal y el Programa Municipal debiera ser el marco político municipal que se traducirá en Planes de Acción concretos. Los malos liderazgos con los que ha contado el partido han cercenado su praxis política para impedir la construcción del instrumento político por excelencia de cualquier institución partidaria: el Programa Estatal y el Programa Municipal. Por eso no tenemos rumbo, por eso, solo esperamos el llamado de un líder carismático para actuar en base a consignas, no en base a principios, programa y planes.

3.- El Partido es una organización política que tiene como tarea cotidiana la formulación de Línea Política que oriente la praxis de la militancia y de cause y sentido a la lucha política popular y/o ciudadana por la defensa de sus intereses y aspiraciones.

Pero existen dos maneras de producirla: la primera es investigando en campo, dialogando y consultando a la sociedad y al Pueblo; acompañando a éste, organizándolo y movilizándolo. Esta experiencia genera el conocimiento necesario para apropiarse de la realidad y para la formulación de una Línea Política correcta. La otra manera -como sucede ahora- es hacer declaraciones políticas ocasionales, alejadas de la realidad en que vive la sociedad y el Pueblo; son declaraciones políticas personales o grupales de los que controlan al partido y por lo general no corresponden al sentir de la militancia, de la sociedad y del Pueblo.

Es decir, la política no negociable de democratización de la sociedad y el Estado, la mística de vincularse y servir al Pueblo y la producción de Línea Política han sido sustituidas por simples declaraciones políticas circunstanciales e inconexas. En cambio, los liderazgos de los grupos de interés y los grupos de presión del Partido buscan afanosamente agradar a los gobernantes en turno de cualquier signo político.

4.- Estos grupos de presión y de interés que se llaman a sí mismos corrientes políticas, pretenden consolidar su proyecto de convertir al PRD en una gran empresa de candidaturas transadas previamente y de negociaciones inmorales con el gobierno en turno y los dueños del Poder establecido. Para estos grupos el Partido es solo un negocio; para ellos el Partido ya no es una organización de altos ideales y supremos anhelos de justicia, democracia y libertad. Esta es otra de las razones por la que a los diferentes grupos que han controlado al Comité Ejecutivo no les interesa la formación política de cuadros. Su lógica es elemental: si existen más liderazgos habrá más competencia o al menos más bocas con quien repartir su botín. No les conviene, pues dejaría de ser negocio.

5.- Un partido democrático debe renovar sus cuadros dirigentes de manera periódica e institucional. Pero además debe proveer a sus cuadros y militantes de la información, formación y capacitación política necesaria para que la renovación de cuadros enriquezca la calidad de la dirección política y mejore la praxis política de la militancia al servicio del Pueblo y la sociedad.

6.- Un liderazgo democrático no se manda solo, por definición es un liderazgo colectivo; mientras sea posible, hace todo lo necesario para consultar a la asamblea soberana antes de tomar decisiones fundamentales. Por esto, los liderazgos democráticos no son bien vistos por los grupos facciosos que ahora controlan las instancias de dirección del Partido.

7.- La desarticulación política e ideológica del PRD ha sido producto no solo de la incapacidad política de nuestros eternos liderazgos de los grupos sino fundamentalmente de su mala fe. La ignorancia se resuelve con información. La mala fe no, es perversa.

Tal situación continuará mientras lo permitamos los militantes de base. Cuando una mayoría de militantes nos organicemos y pactemos un proyecto alternativo de reconstrucción del Partido entonces los grupos facciosos volverán a las tinieblas. En la Política democrática, tanto en la Sociedad como en la lucha interna del Partido se gana con legitimidad cuando se es una verdadera mayoría. Construyamos una nueva mayoría democrática para recuperar la institucionalidad partidaria del proyecto original de Partido Movimiento y de Revolución Democrática.

III) Recuperar la institucionalidad partidaria

Institución Política

El nuevo Partido debe construirse como una verdadera Institución Política con estabilidad interna que le permita trabajar políticamente de manera cotidiana, permanente; antes y después de los periodos electorales. Con iniciativa política altamente propositiva, siempre defendiendo y/o promoviendo los intereses ciudadanos y populares. Una Institución Política que ofrezca una política seria, crítica, madura, responsable y congruente, que redunde en credibilidad e influencia política entre la población y consecuentemente en poder de convocatoria ciudadana y popular.

Instituto Político de Izquierda

El nuevo Partido debe definirse como un Instituto Político de Izquierda, respetuoso de las instituciones debido a que nuestra lucha es política, pacífica y democrática. Pero también es Leal primeramente a los intereses populares para salvaguardar el principio de Soberanía Popular (el Poder en manos del Pueblo). Nuestro compromiso debe ser defender siempre el interés público porque eso beneficia a la sociedad. Nadie mejor que el nuevo Partido debe ser el defensor del interés colectivo de la sociedad, del interés comunitario. Pero nuestra lealtad primera es con el Pueblo, con los trabajadores. Históricamente la izquierda ha defendido la causa del Pueblo, la de los oprimidos, la de los explotados, la de los marginados porque la mística y los principios de la izquierda es la justicia, la democracia, la equidad, los derechos humanos.

La llamada “Vocación de Poder” y la Mística de Izquierda.

La llamada “vocación de Poder” ha sido mal entendido como desarrollar una lucha fratricida por el Poder Político en sí mismo: luchan solo para sustituir a los actores políticos de la cúpula del poder. Quitar a unos para poner a otros. Pero la estructura del Poder Político desde el nivel municipal no cambia y continúa siendo vertical y antidemocrática. Un Puñado de políticos decide el presente y futuro de todo un Pueblo. Es una estructura de poder que facilita la corrupción, la impunidad y la transparencia simulada

Por eso, la mística de la izquierda democrática no es luchar por conquistar el Poder Político; la mística esencialmente revolucionaria de la lucha política democrática del Nuevo Partido debe ser la Democratización del Poder Político para humanizarlo, transparentarlo y ciudadanizarlo; hacerlo desde el poder mismo no es condición para iniciar la lucha en esta dirección. El Poder político en manos del Nuevo Partido nos obliga a tomar distancia del Poder para ser más críticos y propositivos sin prejuicios pero también sin compromisos que nos nublen la conciencia y nos aten las manos para garantizar que la mayoría ciudadana y popular mande y prevalezcan sus intereses y aspiraciones en la toma de decisiones fundamentales en materia de Políticas Públicas de su Gobierno.

La unidad de los Demócratas.

Reconocemos que no somos los únicos que luchamos por el cambio democrático y por eso debe ser una tarea permanente el favorecer condiciones que propicien la unidad de los demócratas y de todos los que compartan la voluntad política de que el Poder Político para ser democrático, debe estar verdaderamente en manos de la mayoría ciudadana y del Pueblo organizado para así preservar los intereses y aspiraciones de las comunidades locales, municipales, regionales y la nacional. La Unidad o Alianza de los demócratas puede ser para una acción concreta y común, para un tiempo determinado y para la fusión.

El Nuevo Partido debe establecer alianzas con el Movimiento Civil y Popular para el corto, mediano y largo plazo. Debemos ser mutuamente aliados naturales. Nuestros funcionarios públicos deben ser un espacio para hacer llegar su voz y pensamiento en el ámbito del Gobierno y del Estado.

Nuestro único límite es el principio indígena de que “los intereses particulares son legítimos mientras no atenten en contra de los intereses de la comunidad”.

La relación con el Gobierno y el Estado
Un Partido que sirve al Pueblo no lo divide ni lo usa como punta de lanza, es promotor incansable de la tolerancia entre los diversos y del Diálogo político como medio para solucionar - con justicia y dignidad - los conflictos internos en las comunidades, las demandas sociales comunitarias y municipales y los grandes problemas nacionales.

Sin embargo, ser dialogante desde la oposición democrática no es fácil. En las Elecciones de Estado del 2 de julio/2006, 2 de septiembre/2007 y 2 de julio/2008 se vulneraron los derechos y la dignidad de los demócratas y del Pueblo. A nivel federal es legítimo oponerse al Dialogo con FCAL porque no podemos aceptar que lo pasado quede en el pasado sin implicaciones para el presente, o hacer como si nada hubiera pasado. Pero se debe seguir luchando por restablecer condiciones dignas y honorables para reanudar el Diálogo. Es igualmente legítimo en Veracruz denunciar la farsa del llamado Pacto de Gobernabilidad y retirar la firma de los corruptos dirigentes que la vendieron. A nivel federal restaurar condiciones dignas en el 2006 hubiera resultado del recuento voto por voto. En el caso veracruzano hubiera resultado de la anulación de la elección del 2007. Sin embargo se debe intentar buscar formas intermedias de solución siempre tomando las decisiones de manera colectiva.

La relación con el Gobierno y el Estado veracruzano debe ser de absoluta institucionalidad y transparencia. Se debe acabar con las negociaciones personalistas de los representantes partidarios a espaldas del Partido y de sus órganos de dirección colectiva. El Nuevo Partido debe defender y reivindicar públicamente su absoluta independencia política del Gobierno y su postura respetuosa pero crítica. Nunca callarse la boca como sucede ahora.

A pesar de todo, el Nuevo Partido debe ser defensor de un verdadero Diálogo que produzca acuerdos y un verdadero Pacto Político de Gobernabilidad Democrática que sirva de contrapeso a los excesos en el ejercicio del Poder por el Gobernador y de la mayoría priista en el Congreso Local.

Quedarnos solo en la negociación cupular (Partido - Gobierno) de un Pacto de Gobernabilidad es continuar operando políticamente a espaldas de la sociedad y del Pueblo. Eso debe terminar. El Nuevo Partido debe impugnar simultáneamente la falsedad y simulación del llamado Pacto de Gobernabilidad del gobernador y procesar gradualmente consensos políticos y de unidad ciudadana en torno a una propuesta de Proyecto Alternativo de Poder Democrático y de Proyecto de Desarrollo Integral, Sustentable y Democrático.

La Soberanía Popular y el PRD.

El sistema de partidos fue diseñado como un mecanismo para mediatizar el ejercicio pleno de la Soberanía Popular expresado como derecho constitucional en el artículo 39. Por eso, el Nuevo Partido no debe renunciar al Derecho constitucional de movilización y manifestación para defender el Interés Público. Debemos reivindicar públicamente nuestra lealtad al Pueblo para que –llegado el caso- éste ejerza el principio político de Soberanía Popular y modifique la forma del gobierno de manera directa cuando, como en los casos del 2006 y 2007 ya citados, las leyes e instituciones del Gobierno y el Estado son manipuladas y/o adecuadas para servir y preservar los privilegios de una élite social y económica minoritaria, se burla la voluntad popular y se impone una elección de Estado que pervierte a las propias leyes e instituciones. En estos caso efectivamente las instituciones “se deben ir al diablo”

La Mística de Vincularse y Servir al Pueblo.

Se vincula y se sirve al Pueblo acompañándolo, escuchándolo, organizándolo, dialogando, aprendiendo y enseñando.

El Partido debe recuperar su vocación de servicio al Pueblo y la capacidad de acompañarlo y organizarlo para problematizar las Necesidades populares de cada comunidad y municipio, transformarlas en Demandas y a éstas en un Programa de Gobierno Alternativo, Democrático e Incluyente desde el nivel municipal y en un Programa Legislativo representativo de los intereses de la mayoría popular que al mismo tiempo respete a la minoría. Este es el método que proponemos para la construcción del Programa Político del Nuevo Partido hasta ahora inexistente.

El Partido debe servir como medio de expresión y punto de apoyo del Pueblo y la Sociedad Civil en su lucha por conquistar sus aspiraciones y defender sus intereses.

Los Candidatos a cargos de elección popular.

Los Candidatos son la imagen de la calidad del Partido ante los electores y, en su caso, ya como funcionarios públicos son los responsables de demostrar la viabilidad de la Política de Gobierno del Partido. Son los embajadores del Partido por excelencia. Por eso deben ser cuidadosamente seleccionados.

La militancia debe tener la certidumbre de que el Partido procesará con paciencia y sabiduría las candidaturas en dos fases: 1.- procesar en el partido, la ciudadanía y sus organizaciones los consensos necesarios sobre el Programa de Gobierno y/o Legislativo, es decir, consensuar la bandera que unificará a los demócratas del municipio y/o Distrito electoral y solo después 2.- seleccionar al militante o ciudadano que tenga el perfil y la experiencia adecuada para difundir y defender dicho Programa de Gobierno o Legislativo.

Las auto propuestas o la designación del candidato sin construir previamente el Programa de Gobierno Democrático y/o Legislativo reproduce la perversa práctica de favorecer los intereses económicos personales y de grupo de los malos dirigentes para olvidarse de los intereses del Pueblo y de la sociedad.

La selección democrática y de izquierda del candidato debe seleccionar las más ricas experiencias de trabajo, de servicio y de calidad propositiva; se debe seleccionar las mejores cualidades humanas y políticas mostradas en el ejercicio cotidiano de la práctica política a lado de la sociedad y del Pueblo

Una candidatura congruente con los Principios, Programa y Estatutos del Nuevo Partido se construye. El proceso de selección debe forjar y someter a prueba la lealtad de los prospectos de candidato mucho tiempo antes de serlo. Una candidatura leal a la lucha democrática y de izquierda no se compra en el mercado de las “personalidades”.

Formación Política permanente.

La Formación Política de los cuadros dirigentes y militancia del nuevo Partido y del Movimiento social en la Línea Política del Partido debe ser una política institucional a la que se destinen recursos humanos y materiales suficientes. La renovación de cuadros es fundamental para sanear al partido de políticos pragmáticos ajenos al interés del partido, de la sociedad y del Pueblo.

Los cuadros dirigentes, la militancia del partido y los dirigentes sociales deben ser capacitados para saber hacer política social, y política electoral. Deben ser capacitados para que los Comités de Base, los Comités Municipales, el Comité, Consejo y Congreso Estatales funcionen políticamente de manera permanente, de modo que aporten a la Sociedad y al Pueblo productos o iniciativas políticas que les beneficien y de ese modo sustraer al Partido del pragmatismo mercenario de la grilla asfixiante.

IV) Recuperar el Proyecto Original de Revolución Democrática

El modelo de Partido al que nos hemos referido no es una aspiración inalcanzable o un proyecto canjeable por resultados pragmáticos. Es un modelo de Institución Política que dibuja, define y al que compromete ideológicamente a los políticos demócratas que aspiramos a construir un nuevo Partido que sea el soporte fundamental de la Revolución democrática.

El Proyecto Original sintetizado en la categoría “Partido-Movimiento” corresponde al Proyecto Político de Revolución Democrática, es decir, el Nuevo partido se debe proponer alentar, organizar y dirigir los cambios estructurales necesarios para democratizar al país en todos los ámbitos de la vida social, económica, política y cultural. Son tan grandes, radicales y necesarios los cambios que revolucionarán al país.

Refundar a la República demanda un nuevo Constituyente y una nueva Constitución en la cual culmine un nuevo Pacto Federal entre los mexicanos y de éstos con los Pueblos Originarios o también llamados Pueblos Indígenas, que instituya nuevos pisos de Poder y nuevas instituciones. Refundar a la República es pensar en un Estado de Pluralidad jurídica, Multiétnico y Democrático.

El Proyecto Político de Revolución Democrática del Nuevo Partido es tan profundo que solo la Sociedad y el Pueblo organizados pueden realizarlo. Los únicos que dicen que no es posible son los que no quieren asumir ese tipo y nivel de compromiso y, en su caso, no deben estar en el Nuevo Partido.

Para lograr la concreción del Proyecto de Revolución Democrática concebimos a un Partido de Masas; a un Partido que en tiempos electorales sea la figura central de la lucha, el punto de unidad y acción de los demócratas. Pero en tiempos no electorales, la militancia y liderazgos del Partido se diseminan entre la sociedad y el Pueblo organizados o para organizarlos. Así, el Nuevo Partido no solo será el aliado natural de la Sociedad y el Pueblo ya organizados sino que también un promotor de nuevas y novedosas organizaciones sociales y civiles, un constructor de ciudadanía responsable y comprometida con el interés público y con la Madre Naturaleza.

El proyecto original del Partido Movimiento – Revolución Democrática nos compromete a salvaguardar el principio político de Soberanía Popular y a fortalecer a la Sociedad Civil y el Pueblo para que recuperen el poder de decisión sobre su propio destino.

ATENTAMENTE
Nogales, Ver., 30 de septiembre del año 2009.

Ing. Julio Atenco Vidal
atencoguerra2@yahoo.com.mx
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