domingo, 25 de octubre de 2009

La cárcel....

LA  CÁRCEL....


Graciela Camacho Zumudio

Por razones de trabajo en diversas ocasiones he tenido que acudir al "Cereso" o Centro de readaptación Social del Estado de Puebla, generalmente voy a desahogar alguna audiencia de conciliación procesal entre alguien que demanda algo a otro, alguien que está preso ahí...casi siempre, mujeres que demandan el divorcio, misma que ya ha dado una, dos y tres oportunidades de una reivindicación o un cambio de conducta en aquél con quien formó familia y un hogar...este lugar, atrapa de lleno mi persona, todos mis instintos se alertan cuando llego ahí, es como si una sensación, a la vez de riesgo, interes, preocupación y desazosiego me inundaran simultáneamente... desde las medidas que debes pasar para poder entrar, el cacheo, la marca en la mano, el quitarte todo aquello que pueda convertirse en arma (lentes, anillos, y casi hasta las plumas para escribir)...pero lo que mas me invade es un profundo vacio...como puede un ser humano estar ahí, cómo fue que llegó hasta ahi...que hubo de pasar en su vida para que ésta terminara ahí...historias todas distintas, unas menos malas que otras y otras totalmente injustas...no por falta de ley, sino de dinero para aplicarla; bien ha dicho en múltiples ocasiones el tan renombrado abogado defensor Juan Velazquez: "Las cárceles de México estan llenas, no de culpables, sino de pobres"...de pronto no puedo evitar que quiera abrazarlos a todos!! quiero transmitirles de alguna forma, la que sea...una sonrisa, un apreton de mano...una mirada, que siempre hay un modo de reivindicarse en esta vida, que lo último que el ser humano debe perder es la esperanza, la voluntad, la autoreflexión, el hacer un exámen de conciencia serio y profundo y prometerse, una vez más, las que sean, no volver a caer, no volver a delinquir, no volver a lastimar...veo ahí tantas caras, jóvenes, viejas, de "niños bien" y de otros no tan "bien"...ahí se juntan los mas y los menos y se vuelven exactamente iguales, entran a un mundo de infierno terrenal en el que lo de menos será tener "varo" para poder solventarse desde papel de baño hasta una llamada telefónica...todo se compra ahí dentro, mafias establecidas por milenios hacen de las suyas, el abusador ahora es abusado y así....cómo pueden estas almas perdidas reivindicar su conducta, cómo pueden volver a creer que pueden pertenecer nuevamente a los de afuera, al mundo...si no existe una terapia seria, si no existen acciones de motivación y de refuerzo serias ahí...si apenas sobreviven a lo que hay y con lo que hay...cuando pienso en todo esto, cuando finalmente salgo de ahí...tengo la sensación de que no existo, de que el mundo al que regreso afuera, nada tiene que ver...que poco tiene importancia, es como si no me pudiera desprender de estas almas dolientes con poco o nada de esperanza..que hacer para mejorar las vidas de estas personas...cómo ayudarles...se lleva a cabo la audiencia, el interno se niega...se desespera...llora y pide tiempo a solas con ella, pero cuantas promesas rotas, cuantas veces mas puede perdonar y seguir, una mujer, que de 17 años que lleva casada, 13 lo ha visto en los separos de la cárcel...y ahora, esta última, que por mucho mas tiempo será...no hay mas...firman el convenio...ella, sabiendo que poco o nada habrá de manutencion por parte de él, se ha hecho ya, años atrás a la idea, de que ella y solo ella sacará a sus tres menores hijos adelante, con su esfuerzo...pero prefiere eso a estar atada a una esperanza dolorosa que núnca llegará.....mientras espero a que se imprima el convenio redactado para dejar por fin libre a esta mujer...veo la carita de un niño, hermoso, moreno, con los ojos mas negros y las pestañas mas largas...tendrá unos dos años cuando mucho...espera, junto a su joven madre, la visita al padre que por algún terrible error, alguna pésima decisión en su vida, ésta le dió un vuelco y lo mandó al Castillo de los desamparados...llevan horas, se duerme...le pregunto a ella que porqué espera tanto y me indica que hubo algún problema con su pase...y así, desfilan hombres, de todas las edades, de todas las complexiones, con los sueños rotos, con las miradas perdidas en el desamparo, hombres que sólo estan unidos por esa desgracia múltiple compartida de haber infringido la Ley....

Y cuando vuelvo a casa y veo a mi hijo de 15 años, sonriente, jugando aún a ser felíz...el mundo se me viene encima...quiero abrazarlo y protegerlo de todo mal, quiero tener la certeza de que él núnca pisará ese infierno del que vengo, en donde ninguna esperanza es lo suficientemente grande para sostener el alma por mucho tiempo...y le cuento y le digo lo que ví...le prevengo y algo enorme crece dentro de mi persona, una decisión férrea de que volveré ahí y haré "algo" para que las vidas de esos seres sea un poco mejor...y así, quizás con la esperanza de muchos de los de afuera, podamos acrecentar las de los que pasan las horas en ese castillo de las descepciones y de la desolación...


g.c.

No hay comentarios: